Espacio, cambio y tiempo: los problemas del materialismo.


Hemos visto que hay dos grandes hipótesis sobre la naturaleza de la realidad (o sobre la realidad en cuanto a su "cualidad"): la idea de que la realidad "está hecha" de materia (de extensión y cambio, de espacio y tiempo), y la idea de que la realidad es forma (algo inextenso e invariable). Sobre estas dos hipótesis se montan dos grandes corrientes filosóficas: el materialismo (o inmanentismo) y el idealismo (o trascendentalismo). Demos un breve repaso a ambas.

El materialismo es la teoría filosófica que afirma la realidad es el mundo físico que nos presentan los sentidos y que es descrito por las ciencias naturales. Según esta teoría la realidad es extensa (las cosas tienen cuerpo, dimensiones, etc.), plural (la realidad está compuesta de muchas cosas), espacial (las cosas ocupan espacio), temporal (aparecen, envejecen, desaparecen etc.) y cambiante (se transforman, cambian de posición, etc.)... ¿Es todo esto cierto?

Ya hemos visto que las ideas de que todo es extenso y plural, o cambiante y temporal, impedían poder considerar la presunta identidad (unidad, permanencia) de las cosas. Pero estas ideas tienen también bastantes problemas consideradas en sí mismas. Como sobre la idea de extensión o pluralidad ya hemos tratado, veamos la idea de "espacio", que es muy similar. 


¿Qué es el espacio? Para el materialista el espacio es (como todo lo demás) una realidad física. Además, si no fuera físico el espacio: ¿Cómo iban a 
estar en él las cosas físicas? Ahora bien, dado que toda realidad física ocupa espacio, también el espacio ocupará espacio. ¿Pero qué espacio ocuparía el espacio? (¿Y qué espacio ocuparía el espacio ocupado por el espacio?...). 
Dicho de otro modo (más elegante): si el espacio contiene todo lo real: ¿no tendría que contenerse a sí mismo, siendo él, como es, una realidad más?... Por otro lado, si el espacio es algo físico, tendrá cierta densidad, cantidad de materia, etc. Siendo así: ¿Cómo cabrán las cosas en él? ¿Será una realidad un poco menos densa? ¿Pero qué es lo que hace que una realidad física sea menos densa? Tendría que existir una realidad que no fuera física (una especie de vacío) para mezclarse con lo físico y hacerlo menos denso (igual que haría falta otro color distinto al rojo para hacer un rojo más claro) ¿Pero cómo podría haber una realidad no física si (según el materialista) todo lo real es físico? En fin, no parece que esto del espacio sea algo muy lógico. ¡Pero aún así existe -dirá la mayoría de la gente-, porque es innegable que tenemos experiencia de él!... ¿Pero es esto cierto? ¿Qué experiencia directa tenemos del espacio? ¿Alguien lo ha visto o tocado? ¿Dónde y cómo?


¿Y qué ocurre con el tiempo? ¡Todo es temporal! Eso han dicho muchos filósofos, poetas y, hoy en día, la totalidad (o casi) de los científicos. El Universo entero –dicen muchos físicos— es un proceso temporal que comenzó hace unos 13.000 millones de años. Todo nace, se desarrolla y acaba deshaciéndose en ese proceso universal que es el tiempo… ¿Pero puede ser todo temporal?... A ver, s
i todo lo existente fuese temporal, el tiempo sería ilimitado, infinito, pues ¿qué límite habría que no fuese también temporal? Los físicos no tienen respuesta a esta pregunta. Algunos afirman que, sencillamente, antes de comenzar el tiempo no había tiempo ni nada y que de esa "nada", ¡plof!, eclosionó el tiempo como una dimensión de la propia eclosión. Vamos, que fue como un milagro… Pensad también que si todo fuese tiempo, ¿podría este dividirse a sí mismo? Imposible. Luego si todo fuese tiempo no habría más que un único instante eterno que jamás dejaría de “pasar”, luego no “pasaría” nada, no habría “pasado”, ni futuro, ni… Además de que estas posiciones (pasado, futuro) tal vez son muy relativas: para un antiguo egipcio nosotros pertenecemos al futuro, y para nosotros ellos son parte del pasado. ¿No depende un poco del punto de vista? ¿Y qué pasaría si alguien lo conociera o fuera capaz de representarse absolutamente todo? ¿No estaría "todo presente" para ese omnisapiente ser? ¿Es el tiempo entonces un efecto de la simple ignorancia?...
 Pero aún hay otra consecuencia, más estrafalaria aún, de la idea de que todo es tiempo. Si todo lo que existe es temporal, y el tiempo también existe, el tiempo también habrá de ser, él mismo, “temporal”. ¿Pero puede ser que por el propio tiempo pase el tiempo?... No parece que sea eso lo que ocurra. El propio tiempo no es temporal. Al menos, ninguna de sus partes lo es: todas las horas son la misma, jamás cambian (entre las dos y las tres quizás hayan pasado muchas cosas, pero no el tiempo, pues una hora es idéntica a otra). De hecho, ninguno de los instantes de nuestra vida es temporal, pues siempre vivimos en el presente, ¿no?... (Fijaos que ninguna fecha cambia: el 12 de octubre de 1942 es siempre esa fecha, la de tu cumpleaños tampoco cambia, es siempre la que es...). Tampoco pasa el tiempo por lo que sea el tiempo, ni por las leyes del tiempo... ¿Entonces? ¿Cómo va a ser todo tiempo, si el propio tiempo es ajeno a lo temporal?... Finamente, aunque la gente diga que el tiempo es real porque lo percibimos o experimentamos... ¿Es eso verdad? ¿Alguien ha visto alguna vez al tiempo? ¿Alguien podría capturar el instante presente e introducirlo en una probeta para observarlo? ¿Podríamos capturar o ver el pasado –que ya no es—o el futuro –que todavía no existe—?...


Otra forma de pensar en el tiempo es examinar lo que para algunos filósofos es su "sustancia": el cambio ("el tiempo es la medida del cambio", decía, por ejemplo, Aristóteles). ¿Pero no es la idea de cambio igual de problemática, o más, que la de tiempo? ¿Realmente todo está 
cambiando en el Universo? Más allá de que, en ese caso, nada podría ser nada (acordaos de la sentencia de Heráclito: nadie se baña dos veces en el mismo río), si todo estuviera cambiando, todo estaría cambiando a la vez y a la misma velocidad (si todo fuera cambio, nada podría distinguir entre cambios más o menos veloces), como si fuéramos en un tren a velocidad constante y todo el exterior se moviera a la misma velocidad, y entonces ¿habría cambio o movimiento alguno?... Además, si en el Universo todo cambia, ¿también lo hacen las leyes que explican el cambio? ¿Y el propio cambio también cambia? ¿Cómo podría ser?... Zenón de Elea, un viejo filósofo griego, decía que por mucho que una cosa parezca moverse, a cada instante está en algún sitio, y sólo en uno, por lo que siempre (en todo instante) “está”, y lo que siempre “está”, ¿Cuándo se mueve?... Además, daos cuenta de que los cambios implican algo más que extraño: que algo que existía deje de existir (que pase de la existencia a la nada) y que algo que no existía pase a existir (que pase de la nada a la existencia). ¿Es esto realmente posible?... Como pasaba con las ideas anteriores, el materialista puede decir que él “ve” que las cosas cambian y se mueven. ¿Pero es esto verdad? ¿Se puede ver el movimiento y el cambio? Parodiando a Zenón, podríamos decir que a cada pequeñísimo instante en que vemos algo lo vemos estando en algún sitio, sin moverse, como si le hiciéramos una fotografía, luego entonces ¿vemos realmente el cambio en sí?...


Si lo pensamos a fondo, el materialismo extremo ("no hay más que materia"), conduce a la conclusión de que no hay nada (ni unidad, ni permanencia, ni espacio, ni tiempo, ni cambio...). A esta extraña tesis se le llama nihilismo (ontológico). Además, caso de haber algo, no podríamos conocerlo, ya que este "algo" carecería de toda forma e identidad estable. A la no menos extraña tesis de que no podemos conocer realmente nada se le llama "escepticismo radical"... 
El materialismo extremo conduce, pues, al nihilismo ontológico y al escepticismo radical. Pero estas dos tesis son, a su vez, auto contradictorias. Pues si "nada es real", tampoco el nihilismo se corresponde con nada real. Y si "no podemos conocer nada", tampoco podemos conocer que nada se puede conocer, como afirma el escéptico radical... El nihilista y el escéptico podrían aún replicar que, dado que nada es real ni cognoscible, nada es tampoco ni lógico ni contradictorio. El problema es que, para llegar a esta conclusión, han tenido que utilizar la lógica y procurar no contradecirse...
La única conclusión que cabe al nihilismo y al escepticismo es el silencio. O no. ¡Qué más da!...

Comentarios

Entradas populares de este blog

El significado filosófico de la Navidad

El idealismo subjetivo y el emergentismo.