El dualismo metafísico y sus problemas.



Admitir la existencia de lo trascendente no es fácil, no solo por lo increíble que parece que haya realidades "fuera" del tiempo y el espacio, sino también porque las cosas materiales, el mundo que vemos y que parece del todo innegable parece desaparecer...

Ante esta situación, hay filósofos que ensayan una cierta conciliación. Según ellos, habría DOS CLASES DE REALIDAD: la que se piensa y la que se ve, la que se concibe con fórmulas y la que se experimenta con los sentidos, la FORMA o estructura de las cosas (esa que es atemporal, invariable, incorpórea e indivisible), y la MATERIA de las cosas (esa que cambia en el tiempo y que ocupa espacio). A los que creen esto se les llama DUALISTAS. 

Naturalmente, hay dos tipos de dualismo. Aquél que considera que lo más fundamentalmente real es la forma o estructura de las cosas (pero que éstas no son plenamente reales sin ese “relleno” inexplicable -solo visible- que es la materia). Y aquél otro que afirma que lo más real es la materia (pero que esta no puede ser nada, ni se la puede conocer, sin una estructura que le de forma –una forma que, quizás, emerge inexplicablemente de la materia--). Pero en ambos casos, el dualismo (sea "inmanentista" o "trascendentalista") presenta los mismos problemas:

  1. ¿Cómo puede haber dos realidades diferentes? La diferencia entre ellas no podría ser real (pues entonces no podría diferenciarlas, igual que algo rojo no puede diferenciar dos tonos de rojo diferentes) ni irreal (pues lo irreal no puede diferenciar nada). El mismo dualista se contradice, sin querer, cuando dice que, en realidad (es decir en la única realidad que cabe concebir) hay dos realidades... Dicho más abstractamente: el dos es imposible, pues uno y uno son la misma cosa (y no dos).
  2. Suponiendo que hubiera dos realidades distintas, ¿cómo podrían relacionarse entre sí? ¿Cómo lo que es temporal y corpóreo (lo material) puede relacionarse con lo que no cambia en el tiempo ni ocupa espacio (lo formal)? ¿Qué diablos tienen que ver un tío haciendo footing con las leyes del movimiento? ¿Qué tienen en común una explosión atómica y una ecuación? Diríase que nada. Pero, entonces, ¿cómo pueden relacionarse realidades que no tienen nada en común?
  3.  Los problemas no son menos si el conocimiento tiene (como afirma el dualista) dos vías irreducibles entre sí (la experiencia y el razonamiento), pues ¿cómo reconocemos esa distinción -con la experiencia o con la razón-? ¿Y cómo es que las dos vías proporcionan igualmente conocimiento siendo tan distintas? ¿Pueden, de hecho, separarse (por ejemplo: podemos experimentar con los sentidos algo de lo que no tengamos, previamente, la idea en el pensamiento)?
  4. Todo dualismo ha de suponer que la realidad es, en parte (la parte de la materia), inexplicable por la razón (a lo sumo es experimentable por los sentidos). Es decir, que parte de la realidad no podemos reducirla a idea o concepto (tan solo a “visión” intraducible a un ciego). Esto significa múltiples problemas: si la realidad es en parte racional y en parte no, ¿qué de racional -o de irracional- tiene esa distinción? Si la distinción es racional, todo es racional (si comprendemos qué es lo supuestamente incomprensible, nada hay realmente incomprensible). Si no es racional la distinción, nada es racional. Así que, no es posible que  la realidad sea en parte racional y en parte no.
  5. Podemos decir lo anterior de otro modo: en la medida en que el dualista admite comprender que hay dos realidades, lo comprende con una misma lógica (con una misma mente, la suya). Luego, lógicamente, no hay diferencia ninguna entre estas dos realidades (todas sus diferencias, si las hubiera, serían ilógicas, o a-lógicas). 

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